Consejos para renovar el placer con tu pareja

Cada persona y cada pareja vive la sexualidad y el placer de una forma diferente. Sin embargo, en la mayoría de los casos este es un aspecto muy relevante. Cuando la relación atraviesa momentos complicados, la vida sexual se resiente, así como es probable que aparezca la insatisfacción si la intimidad se descuida.
Has escuchado que, con el paso del tiempo, la pasión disminuye. Los vínculos afectivos evolucionan y son pocas las parejas que mantienen con los años la misma frecuencia en su actividad sexual que al inicio de la relación.
Hay que resignarse o renunciar al placer, tu vida en pareja puede continuar siendo plenamente satisfactoria. 
Según la teoría triangular del amor de Sternberg, este sentimiento está formado por tres componentes, intimidad, compromiso y pasión. 
El sexo en el seno de una relación afectiva es mucho más que un mero acto físico, es un espacio de conexión, de intercambio y de dedicación mutua. Experimentar el placer en pareja refuerza el vínculo y mejora el bienestar y la autoestima de ambos miembros.
Es importante resaltar que, cuando hablamos de sexualidad, no existen unos estándares a los que acogerse. Para cada pareja, la frecuencia ideal con la que mantener relaciones sexuales puede ser diferente.
En la hora de mantener relaciones sexuales con otra persona resulta fundamental ser generoso, considerado y procurar que el otro disfrute la experiencia. Sin embargo, también es importante hacernos cargo de nuestro propio placer; es decir, no delegar en el otro la responsabilidad de nuestro disfrute.
Cada persona debe conocerse, conocer su cuerpo, sus gustos y preferencias para poder transmitírselas a su compañero o compañera sexual. Del mismo modo, es posible que existan limitaciones propias que no nos permitan acudir al encuentro con la mejor disposición. Por ejemplo, tabúes o creencias erróneas respecto al sexo o sentimientos de inseguridad con nuestra imagen física.
Lá  comunicación puede ser la clave para reavivar la llama de la pasión en la pareja. Exprésate, explícale al otro qué deseas, qué te gusta, qué te apetece experimentar. No temas tomar la iniciativa, mostrar tu deseo o compartir tus fantasías. Probablemente, al hacerlo tu pareja se sienta incentivada y motivada.
Es común que, con el paso de los años, muchas parejas se establezcan en una rutina sexual que puede ser monótona y hasta aburrida. Y es que, cuando las relaciones sexuales se vuelven previsibles y siguen siempre la misma dinámica, el interés y la motivación se reducen. En ocasiones, basta con cambiar de ubicación, probar nuevas posturas o explorar prácticas y preliminares diferentes.
Es importante dar cabida a la espontaneidad y entrar más en contacto con los propios deseos y sensaciones en el momento en que se produzcan. La adrenalina es una gran aliada a la hora de renovar el placer.
Muchas personas esperan que surja naturalmente y se mantenga en los mismos niveles a pesar del estrés, la frustración y la monotonía diaria. La realidad es que el deseo ha de cultivarse y para ello es necesario tiempo y dedicación, etc.



 

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