Concepto de sexualidad
Consejos Nº316 | Publicado el Miércoles, 18 Enero 2023
Los sentimientos de ternura, de enamoramiento, de acariciarse, las fantasías, los sueños eróticos, la masturbación son impulsos y conductas que todos podemos sentir a medida que se desarrolla nuestra sexualidad. La forma en que cada uno desee expresar su sexualidad es una decisión personal y respetable.
La sexualidad es algo que afecta a todo nuestro cuerpo, no sólo a los genitales. El programa genético, el sistema endocrino, los órganos genitales internos y externos, el cerebro, la figura corporal son sexuados, de ellos dependen, entre otros factores, nuestros deseos y conductas sexuales, por tanto podemos afirmar que la sexualidad está enraizada en lo biológico y no puede ser entendida sin tener en cuenta esta dimensión.
La sexualidad es una realidad en todas las edades, comienza en la fecundación y termina con la muerte. Al igual que otros aspectos de la persona evoluciona y cambia, es decir, se manifiesta y se vivencia de forma diferente en la infancia, en la pubertad, en la tercera edad, pero en todas ellas se halla presente y es igual de importante.
La sexualidad supone una búsqueda de satisfacción y de placer ya sea a través de la autoestimulación o a través de la estimulación de/con otras personas. En esta opción es evidente una interrelación y por tanto una comunicación interpersonal.
La sexualidad se expresa a través de deseos y conductas. La conducta sexual es una de las conductas humanas más significativas. Su vivencia y expresión es diferente y propia de cada persona. Existen tantas maneras de expresar la sexualidad como personas. El coito vaginal es una más de estas conductas, no la única, y una relación sexual completa es aquella que satisfaga al individuo, no el coito. El respeto hacia las diferentes manifestaciones forma parte del respeto a los derechos de cada persona.
La sexualidad no se encuentra localizada en una única parte del cuerpo, aunque habitualmente se identifica con los genitales. Algunas zonas de nuestra piel tienen más terminaciones nerviosas, es lo que comúnmente llamamos zonas erógenas. Por ello, la piel es susceptible de percibir las sensaciones que, una vez llegadas al cerebro, se interpretarán y darán lugar al placer o displacer. En definitiva la zona de nuestro cuerpo que más placer nos proporciona es la piel y cada persona, lo experimentará de forma diferente y en lugares diferentes y el cerebro es el encargado de recoger y procesar la información recibida, haciendo conscientes las sensaciones y dándoles un significado, placer, agradable, orgasmo.
Los estímulos que pueden hacer sentir placer son diferentes para cada persona y por tanto también serán personales las conductas sexuales para su búsqueda, así las caricias, los halagos, los besos.
Por todo esto podemos concluir, que la sexualidad es una dimensión de la persona que mediatiza todo nuestro ser, ni se tiene, ni se hace. Somos seres sexuados. La sexualidad está presente en toda nuestra vida, en nuestras manifestaciones, vivencias, etcétera.
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